descripción
En 1978 instalamos nuestro taller en Valladolid y desde aquí continuamos ofreciendo el mejor servicio a nuestros clientes acomodándonos a sus gustos y necesidades porque ellos sin duda, aprecian la nobleza del material y la exclusividad en el acabado de nuestras piezas, alentándonos en el buen hacer de este tradicional oficio.
En este tiempo han ocurrido muchas cosas, pero quizá la más significativa para nosotros, sea el reconocimiento en 1998 por parte de la Junta de Castilla y León como artesanos.